En el mes de noviembre 2022 recibimos una invitación de parte de la familia Munguía para visitarlos en los Estados Unidos. Su propuesta era que estuviéramos alrededor de 3 semanas. El trabajo en la Iglesia y pendientes no nos permitían realizar este viaje, además teníamos que renovar un pasaporte y 3 visas; así que no contemplamos la posibilidad.

De cualquier forma, pensamos en que era bueno pensar en realizar estos trámites por si había una posibilidad posterior. El Señor abrió las puertas para que encontrara una cita para renovar pasaporte en Querétaro en 10 días. Así que lo hicimos. En diciembre encontré una cita para renovar las visas en noviembre del 2023 en Nogales, Sonora. Pues ya que era la opción más próxima agendamos esa cita. Para el mes de enero encontré una oportunidad para renovación de visa en Guadalajara el día 14 de febrero 2023, así que cambiamos la fecha. Pero no nos dieron la renovación, sino que nos programaron otra cita para el día 16 del mismo mes. Así que fuimos nuevamente a la cita y esta vez solo dijeron eso es todo. Regresamos a casa sin saber cuándo nos enviarían las nuevas visas, así que no podíamos planear si saldríamos o no, ni tampoco cuando.

Para esto, El Señor ya había movido el corazón de 3 familias para apoyarnos con los gastos del viaje. Aunque no hubiéramos podido realizarlo, ya veíamos el amor y bondad de Dios para nosotros a través de los hermanos.

Recibimos las visas y entonces pensamos si era el tiempo de viajar. Los campamentos de verano en Living Waters eran una oportunidad única a la cual invitaron a nuestros hijos, así que oramos al Señor por seguridad y paz, ya que no nos sentíamos entusiasmados del todo. Nos preocupaba nuestra Iglesia, nuestras actividades cotidianas en Guanajuato, más consideramos que El Señor estaba obrando, abriéndonos muchas puertas, así que confiando en su voluntad soberana comenzamos el viaje.

Salimos de Guanajuato el día 24 de abril a las 7 pm, y llegamos a Westby el miércoles 26 a las 6 pm.

El cruce en la frontera fue muy fácil, hasta nos sorprendió que no nos hicieron preguntas ni revisaron el vehículo. Pero cuando fuimos a solicitar el permiso de internación el agente tenía muchas preguntas sobe nuestra visita y estancia en los Estados Unidos, oramos al Señor y confiamos en que, si su voluntad no era que continuáramos, regresaríamos con la misma alegría que habíamos comenzado. El agente nos otorgó los permisos después de los interrogatorios y pudimos continuar con el viaje. El Señor nuevamente abrió otra puerta.

Todo el viaje fue como dicen “Viento en Popa” El Señor nos trajo seguros, constantes y alegres. Hasta que dos horas, antes de llegar a Westby la camioneta comenzó a enviar un mensaje “La batería no está cargando”, o no; entonces la sangre se me bajo a los pies. ¿Como vamos a repararla para continuar? ¿Qué pasará si nos quedamos sin batería a medio camino? ¿Como va a respondernos el seguro hasta acá? ¿Qué le diremos a la policía si nos quedamos estorbando en la carretera? Me invadían mil preguntas y temores, hasta que decidimos orar para que Dios nos fortaleciera y nos diera sabiduría sobre cómo actuar en este caso y en la situación que tuviéramos por delante. El entonces nos respondió, comenzó nuevamente a funcionar bien y desapareció el problema. Entonces, a los pocos minutos otra vez comenzó el problema; pero esta vez con mayor tranquilidad veníamos confiando en el Señor, aunque la duda sobre nuestra llegada estaba insegura. Veníamos entonces con una falla intermitente, funciona, no funciona; pero las oraciones fueron constantes agradeciendo al Señor por traernos tan cerca y que El estuviera en control sobre todo lo que pasaba.

Gracias a Dios llegamos hasta Westby, sin quedarnos en el camino. Con gratitud en el corazón y con la confianza de que Dios había cuidado todo nuestro camino.

El Señor también obro, para darme la sabiduría para reemplazar el alternador, que era la pieza afectada.

Visitamos el campamento Living Waters, donde Iván trabaja como Director Ejecutivo. Es un ministerio muy bonito y las instalaciones son igualmente fantásticas.

La Iglesia en Westby nos dio una calurosa bienvenida, ellos han sido muy amables y pacientes con nosotros y con el idioma, ya que no sabemos Ingles.  Iván y Laura han sido muy buenos traductores para nosotros tanto en el servicio y en la comunión con otros creyentes.

También tuvimos la oportunidad de ver y charlar un poco con nuestros queridos hermanos Joel y Amy Hernández, ellos vinieron cerca de esta zona y nos visitaron en casa de los Munguía. Fue un tiempo muy grato, y lleno de preciosos recuerdos. Damos gracias a Dios por la vida de ellos y sus testimonios, son de mucho ánimo, y aprecio para nosotros.

Debido a las responsabilidades que tiene Iván en el campamento, toda su familia está muy involucrada en esta labor y apoyan con mucho gusto, pero esto también implica mucho tiempo y dedicación que no les permite a veces realizar los pendientes en el hogar. Por lo que también hemos colaborado un poco con ellos en algunos proyectos que tienen.

Ayudando a con trabajos de jardineras que utilizan para la siembra y cosecha de algunos vegetales. 

También tienen en casa algunos trabajos de construcción y modificación. Ellos reciben muchas visitas y tratan de acondicionar de una manera óptima para esto y para el desarrollo de su familia.

También hemos podido conocer un poco más del funcionamiento del campamento en el área de cocina, es una gran labor la que se desarrolla aquí. Muchos cuidados sanitarios, y elementos que no pueden pasarse por alto; o las cuestiones de calcular las porciones para cada persona, el tiempo justo para que la comida pueda servirse, etc. Es una gran labor, pero también es muy placentera cuando se logra el objetivo. Aunque nosotros solamente apoyamos en cosas muy básicas, pienso que si fue ayuda para que los cocineros pudieran enfocarse en lo grande.

Aquí se ve preparando las hamburguesas para una tarde de Pic Nic dentro del campamento, y los niños colaborando también sirviendo fruta o agua.

Entre las cosas inesperadas, también tuve la oportunidad de estar en la escuela de Emaús. Vine por una invitación que Iván me hizo para una serie de conferencias que se iban a realizar allí, y que además tendrían traducción al español y algunos talleres en español también.

Fue una bendición muy gozosa poder asistir a este evento. Las enseñanzas muy edificantes y estimulantes, y el tiempo de comunión con hermanos de otras partes del mundo. Pude platicar un poco con gente de Corea del Sur, Republica Dominicana, Honduras, Chile, Estados Unidos, Misioneros en África y Colombia. Con ello podemos aprender también como El Señor obra para su gloria en todas las partes del mundo, y como el Señor llama con su mismo Espíritu en donde quiera que Él quiere. Así que principalmente la conclusión es que tenemos que entregar nuestro corazón completamente a Él, y seguir confiadamente el camino que nos marca, confiando en su soberanía y su amor.

Entonces María dijo:
Engrandece mi alma al Señor;
Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la bajeza de su sierva; 
Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones. 
Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; 
Santo es su nombre, 
Y su misericordia es de generación en generación 
A los que le temen. 
Hizo proezas con su brazo; 
Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones.
Quitó de los tronos a los poderosos, 
Y exaltó a los humildes. 
A los hambrientos colmó de bienes, 
Y a los ricos envió vacíos.
Socorrió a Israel su siervo, 
Acordándose de la misericordia 
De la cual habló a nuestros padres, 
Para con Abraham y su descendencia para siempre.

Lucas 1:46-55