«Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.» Josué 24:15
La Familia Pérez Méndez
Nuestra historia
Luis a la edad de 18 años, llego a reconocer su necesidad de Salvación cuando le invitaron a estudiar la palabra de Dios y ver el testimonio de vida de los creyentes en la Iglesia de Guanajuato. Su primer deseo al recibir estudios fue intentar debatir sobre la salvación solo por gracia, pero para esto debía conocer que enseña la escritura, así que, al estudiar más la biblia y los libros de historia, él se convenció a reconocer que la biblia es la palabra de Dios y decidió ponerla como la única autoridad sobre su vida.
Mary conoció del evangelio cuando apenas tenía 7 años de edad, aunque fue a una edad muy temprana, ella recuerda muy bien su experiencia de aceptar a Cristo como su Salvador. Ella y su familia comenzaron a congregarse en la Iglesia Bíblica de Irapuato por 5 años y en el trascurso de este tiempo estuvieron evangelizando en Guanajuato dando inicio a la Iglesia en Guanajuato.
Años más tarde… Luis y Mary asistían a la misma Iglesia en Guanajuato, y juntos participaban en actividades con el grupo de jóvenes de la Iglesia. Luis junto con Ivan Munguia, participaba como líder del grupo de jóvenes.
En el año 2003, Luis y Mary decidieron unir sus vidas en matrimonio. Dios les ha entregado la responsabilidad y la bendición de cuidar, y guiar a sus tres hijos, Daniel (14), Elías (11) y Ana (7). Los cuales reciben educación en el hogar, siendo instruidos en servir a Dios con todo su corazón y con sus vidas.
En el año 2008 Luis fue reconocido por los creyentes de la Iglesia Bíblica de Guanajuato, como uno de dos ancianos. Desde ese entonces, él junto con su familia han servido al Señor en su obra en Guanajuato, Gto. A partir del año 2011, Luis ha servido en esta congregación como único anciano.
En el año 2015 la familia tuvo que cambiar su lugar de residencia a otro municipio del mismo estado a unos 45 km de distancia, debido a la situación laboral. Siendo a través de esto llevados por el Señor a un ranchito llamado San Gonzalo, donde comenzaron a compartir las buenas nuevas del evangelio a la gente de este lugar. A pesar de este cambio continuaron con su compromiso y labor en la Iglesia de Guanajuato.
Mary ha tratado de involucrarse con la gente de este lugar con el propósito de hablar de Cristo a la gente de San Gonzalo. Después de tres años, el Señor llevo a Luis a desligarse de su trabajo secular, y entonces comenzó a dedicarse de tiempo completo a las labores de la Iglesia en Guanajuato, y a la predicación del evangelio y estudios bíblicos en San Gonzalo.