«Esta es, pues, la parábola: La semilla es la palabra de Dios. Y los de junto al camino son los que oyen, y luego viene el diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven. Los de sobre la piedra son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; creen por algún tiempo, y en el tiempo de la prueba se apartan. La que cayó entre espinos, éstos son los que oyen, pero yéndose, son ahogados por los afanes y las riquezas y los placeres de la vida, y no llevan fruto. Mas la que cayó en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y dan fruto con perseverancia.» Lucas 8:11–15
Proyecto San Gonzalo
Un poco de historia
Esto comienza con nuestra llegada a esta pequeña comunidad en Romita, Gto.
Dentro de nuestros planes no habíamos considerado llegar hasta este sitio, pero el Señor nos dirigió claramente para llegar a vivir aquí. En el año 2016 Luis fue asignado por su trabajo para laborar en el municipio de Romita, Gto. un poblado de unos 57,000 habitantes, razón por la cual, la familia puso en oración delante de Dios y de la iglesia de Guanajuato el considerar este cambio de residencia. Dios nos mostró con pruebas indudables que era su voluntad, así que comenzamos a buscar una casa adecuada para nuestra familia. Conseguimos una casa que nos parecía ideal, pero había que hacerle algunos arreglos. Cuando era ya el tiempo de mudarnos, recibimos la noticia de que ya no podrían rentarnos la casa en que habíamos planeado vivir en Romita. Así que comenzamos nuevamente a orar y a buscar otra vivienda, y en ese mismo día supimos de una casa que rentaban en el rancho de San Gonzalo. En la cual había vivido un señor conocido como Don Chuy, este acababa de fallecer 15 días antes. A pesar de que no estaba en Romita, decidimos mudarnos a este rancho.
Llegando a este lugar, la primera impresión que tuvimos fue la necesidad económica en la gente. El Señor nos enseñó a considerar más fuerte nuestra gratitud por las bendiciones que había derramado sobre nosotros en todas nuestras vidas. Después nos mostró que esta gente estaba con una necesidad más grande, de conocer a Cristo como su Salvador. Así que invitamos a la Iglesia en Guanajuato a colaborar con nosotros en una acción de evangelismo puerta a puerta, hablando con la gente y regalando folletos. La mayoría de la gente acepto el folleto, pero ninguno expreso el deseo de conocer de la palabra de Dios.
Con el pasar del tiempo pudimos ir haciendo cada vez más amistad con los vecinos, les invitamos a visitarnos en casa para cenar y platicar. Algunos accedieron, pero otros decían que no querían entrar a esta casa. Al platicar con ellos, nos enteramos que Don Chuy, cuando vivía en esta casa solía amenazar con una pistola a la gente que pasaba enfrente. Además de intentar atropellar a algunos que encontraba en el camino. Eso nos causó mucha sorpresa, y también que él afirmaba con los vecinos que él se iría al cielo cuando muriera, porque él era “Testigo de Jehová”.
Entonces a la gente que íbamos conociendo, tratábamos de compartir el evangelio y de testificarles lo que Dios ha hecho en nosotros. Dado que ellos creían que nosotros éramos testigos de Jehová. Mary trato de involucrarse en las labores cotidianas de la gente con las que se había podido relacionar, y además algunas de las niñas le buscaban mucho. Así que pensamos en comenzar a ofrecer estudios, invitando a niños y adultos. Mary enseñaba a los niños y (yo) a los adultos, pero solo asistieron en dos ocasiones los adultos, y los niños posteriormente (como 5 meses después) también dejaron de asistir poco a poco.
En el trascurso del tiempo seguimos compartiendo a la gente de este rancho tratando de relacionarnos con ellos, y de tener mayor oportunidad de testificarles. Mary encontró la apertura para estudiar con 3 mujeres, de las cuales una de ellas llego a confiar en Cristo, y estuvo recibiendo discipulado por cerca de 3 años. Pueden conocer mas acerca de ella en los informes de nuestras actividades.
Misión
Estamos compartiendo estudios bíblicos con varias personas, los días Lunes estudiamos con una pareja (Don Amancio y su esposa Eleazar), los miércoles (Señora Lola, su hija Lidia y su nuera Lolita), los jueves (Señora Sanjuana) y los Viernes (Eric y niños en grupo).
Nuestro deseo es que ellos conozcan la verdad de Dios por medio de su palabra, y confiesen a Cristo como su único y suficiente Salvador.
Ocasionalmente hemos invitado a la gente adulta, o a los niños a ver alguna película con el propósito de que esto genere en ellos mayor acercamiento y confianza; ya que nos hemos dado cuenta que la gente escucha muy bien cuando uno les habla del evangelio, pero generalmente rechazan un estudio de la biblia por sentirse comprometidos o criticados por otras personas.
Visión
Quisiéramos que Dios llame a la gente de esta comunidad al arrepentimiento, y al conocimiento de su gracia Salvadora por medio de su hijo Jesucristo. Así como también que se acercaran mayor numero de varones para que pudiera iniciarse aquí una Iglesia que pueda testificar y anunciar las buenas nuevas a otra gente de esta misma comunidad, y de las otras comunidades cercanas.
Seria una nueva experiencia que Dios traería a nuestra vida el ver el nacimiento de una Iglesia nueva que surge en tierras donde no había pueblo de Dios, como dice la escritura: “Fui buscado por los que no preguntaban por mi; fui hallado por los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Heme aquí, heme aquí” (Isa 65:1)